Historia

De Enciclopedia Symploké, la enciclopedia libre.
Saltar a: navegación, buscar
Napoleón Bonaparte, el Espíritu absoluto a caballo, según Hegel
Gustavo Bueno. El individuo en la Historia. Comentario a un texto de Aristóteles, Poética 1451b

Definida frecuentemente como «ciencia del pasado», desde la perspectiva de la teoría del cierre categorial esta disciplina se caracteriza por el estudio de las reliquias y relatos dejados por sujetos humanos pretéritos. Aristóteles señalaba que la historia trataba de lo particular, lo que ya ha sucedido, frente a la poesía, que al igual que la filosofía trata de lo universal. Sin embargo, el campo gnoseológico de la Historia no depende sólo de entes particulares («Alejandro Magno», «César», el «Imperio Romano») sino de teorías sobre determinadas épocas y su forma de periodizarlas. En todo caso, la Historia habrá que caracterizarla como disciplina beta operatoria por trabajar con reliquias y relatos.

La Historia además de ser una disciplina es una Idea. Desde el materialismo filosófico se rechaza la concepción sustancialista de la Historia entendida como "Historia del Género Humano". No existe la Historia como "Historia general". Lo que existe son cursos históricos concretos o líneas de desarrollo histórico desiguales, sin perjuicio de las intersecciones que se den entre ellos. La Historia como Idea es sincategoremática ya que la historia es siempre historia de algo (historia de la música, la historia de la economía, la historia de la química, etc.)

Ateniéndonos al sujeto humano podemos obtener diversas determinaciones de la idea de historia considerando, o bien los predicables según los cuales la historia como predicado se identifica con el hombre como sujeto, o bien en función de los diferentes valores de amplitud atribuidos al sujeto hombre, o bien en función de los diferentes valores de los todos y las partes atribuibles al predicado historia.

1. Determinaciones de la Idea de Historia como predicable de sujetos humanos. Nos atendremos a la doctrina de Porfirio de los predicables: género, diferencia, propio y accidente.

Predicación de la historia al hombre según el género: la historia del hombre se nos determina como un episodio de una historia de los primates.

Predicación según la diferencia: toma como diferencia específica del hombre precisamente a la Historia.

Predicación según el propio: la historia es propia del hombre, pero no siempre; lo que se pretende afirmar es que la condición histórica correspondería interna y necesariamente a una etapa de la evolución humana.

Predicación según el accidente: la historia no afectará a la esencia humana, sino a regiones parciales de la idea general; habrá historia de Roma, de la Unión Soviética o del automóvil, pero no historia del hombre.

2. Determinaciones de la Idea de Historia en función de la amplitud atribuida a su sujeto. La distinción más importante es la que media entre una amplitud particular o universal, y una amplitud especial o general. Cruzando ambos criterios obtenemos:

Historia especial particular: Historia del derecho español.

Historia especial Universal: Historia universal del derecho.

Historia general particular: Historia general de España.

Historia general Universal: sería una historia global (del derecho, de la economía...) y universal, que tomaría como sujeto a toda la humanidad. El significado de la historia universal sólo puede cristalizar en el momento en que una parte (Estado o Iglesia) asuma la misión de reorganizar a la totalidad de la humanidad.

3. Determinaciones de la Idea de Historia en función de los diferentes valores de los todos y las partes atribuibles al predicado historia. Dos versiones del materialismo histórico: dialéctica de clases distributivas respecto de los Estados, y dialéctica de Estados. Las totalidades distributivas son aquellas cuyas partes son independientes entre sí en el momento de su participación en el todo, por ejemplo, un conjunto de cerillas dispersas sobre una mesa. Si consideramos a las especies como totalidades distributivas, afirmaremos que los individuos participan unívocamente de la definición de la especie a la que pertenecen. La conexión entre el Estado y la propiedad privada constituye el núcleo de aquella versión del materialismo histórico que postula, como motor de la historia, a la lucha de clase distributivamente considerada respecto de los estados. El Estado se constituiría como la organización de la clase de los propietarios surgida del seno de la sociedad natural, a fin de mantener su posición privilegiada. Este análisis acerca del origen del Estado empobrece la dialéctica del proceso de constitución de las relaciones entre la propiedad privada y el Estado. La construcción deja fuera del proceso el componente acaso más importante tanto en la génesis como en la estructura del Estado, a saber, el componente militar vinculado a la guerra. Pero la guerra no es un proceso que pueda entenderse circunscrito al ámbito de una misma sociedad natural; la guerra implica una relación entre dos o más sociedades naturales. Y en todo caso, la teoría sobre el origen del Estado a partir de la idea de apropiación, por una parte, de lo que no sería propiedad de nadie, deja fuera el componente global y no-depredador que la expropiación ha de mantener. Es preciso por tanto, volver del revés esta relación, de suerte que la dialéctica de las clases sociales intra-estatales sea sustituida por la dialéctica de los Estados imperialistas, entendidos ellos mismos como unidades de apropiación global de territorios, riquezas... frente a las otras unidades expropiadas. La clase universal (el proletariado universal) es sólo una idea límite, y por lo tanto no puede asumir las funciones de motor de la historia. La misma idea de sociedad natural que ha rebasado la fase de banda nómada y se encuentra asentada en un territorio, implica ya la idea de propiedad privada en su momento originario. Un momento de gran trascendencia teórica, puesto que pone en cuestión el mismo supuesto derecho natural de una sociedad asentada en un territorio durante siglos, y pone también en cuestión la supuesta radical injusticia de toda empresa imperialista. ¿Hasta qué punto los españoles tenían derecho a entrar en tierra de los indios, puesto que estaban arrebatando a éstos las tierras que eran suyas? Pero, ¿por qué títulos eran suyas? Habría que decir que los indios americanos precolombinos se habían apropiado ya de las tierras de América.

Véase también: Historiadores, Historia de la filosofía, Historia de la ciencia e Historia filosófica de la filosofía.

Enlaces de interés