Argumento ontológico

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Denominación acuñada por Kant para referirse al argumento de San Anselmo. Se trata de una demostración a priori de la existencia de Dios al pretender llegar a ella solamente a partir de su esencia o idea, sin recurrir para nada a la experiencia sensible.

En su obra Proslogion, San Anselmo formula el argumento de la siguiente manera:

  • En primer lugar, se define a Dios como el ser máximamente perfecto ("el ser mayor que el cual nada puede ser pensado").
  • El ateo (el "insensato" que niega a Dios) tiene en su pensamiento la idea de Dios.
  • Se admite que la existencia es un predicado de la perfección. Un ente existente es más perfecto que el mismo ente inexistente. La existencia eleva el grado de perfección de los entes.
  • El ateo se contradice al admitir que tiene una idea de Dios que no que no es la de Dios, puesto que negando su existencia extramental podría pensar en otro ser más perfecto (Dios existente fuera del pensamiento), lo cual es absurdo: Dios sería entonces el ser máximamente perfecto y no lo sería.
  • Por tanto, Dios existe.

Según San Anselmo, el paso de la esencia a la existencia sólo lo podemos realizar en el caso de Dios (nunca de otro ente definido ad hoc), porque sólo en Él se identifica la esencia con la existencia.

Este argumento (en sus diversas versiones) ha sido objeto de muchas controversias filosóficas a lo largo de la historia de la filosofía. Ha tenido sus detractores (Santo Tomás de Aquino, Kant) y sus defensores (Descartes, Leibniz, Hegel). El materialismo filosófico no lo acepta al poner en tela de juicio la misma posibilidad de la idea de Dios. (Ver ateísmo.)