Aristóteles

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Aristóteles

Aristóteles (384-322 a. n. e.) nació en Estagira en el seno de una familia culta dedicada a la Medicina, siendo su padre Nicómaco médico de los reyes de Macedonia. A los quince años emigró a Atenas e ingresó en la Academia de Platón, donde permaneció hasta el año 347, viéndose obligado a abandonarla por discrepancias con Espeusipo, sobrino y sucesor de Platón al frente de la institución. Fue llamado por Filipo a la corte de Macedonia para convertirse en el instructor de su hijo Alejandro Magno, regresando después a Atenas para fundar su propia escuela, el Liceo, mientras Atenas era dominada por los macedonios. A la muerte de Alejandro se produjo una persecución política contra todos los que gozaban de su simpatía, lo que, unido a la acusación de impiedad, obligó a Aristóteles a huir de Atenas, refugiándose en Calcis de Eubea, donde falleció.

La obra de Aristóteles se divide en dos grupos: los escritos exotéricos, destinados a su publicación (diálogos no conservados), y los escritos esotéricos o acroamáticos, redactados para uso interno en la escuela como base de las lecciones (a este grupo pertenecen las obras que se conservan). Editada por Andrónico de Rodas, la obra conservada de Aristóteles se clasifica en varios grupos:

  • Tratados lógicos: Categorías, Sobre la interpretación, Tópicos, Sobre las refutaciones sofísticas, Primeros analíticos, Segundos analíticos.
  • Tratados físicos y biológicos: Física, Acerca del cielo, Meteorológicos, Acerca de la generación y la corrupción, Acerca del alma, Partes de los animales, Historia de los animales, Reproducción de los animales, Investigación sobre los animales, Parva naturalia.
  • Los tratados que componen la Metafísica.
  • Tratados éticos y políticos: Ética eudemia, Ética nicomáquea, Gran moral, Política.
  • Tratados de retórica y poética: Retórica, Poética.

Aristóteles estableció el modelo de sistema filosófico con sus distintas disciplinas: Ética, Filosofía Política, Poética, Física, Metafísica, &c., cuya influencia en la filosofía académica se mantuvo en doctrinas como la escolástica hasta nuestros días. Asimismo, su filosofía se configuró como crítica al platonismo, en especial a las Ideas de Platón como entidades separadas del mundo. Frente a la doctrina de Platón, propuso el concepto de sustancia como compuesto de materia y forma, evitando la sustancialización de esta última, propia del platonismo. Frente al intelectualismo moral defendido por Platón, propuso la doctrina del hábito como forma de alcanzar el Bien, fin de la acción moral del hombre.

(...) el fin de la ciencia radica, según Aristóteles, en unir la deducción con la inducción, y —como los conceptos no pueden ser generalizados en un concepto único— Aristóteles saca su tabla de categorías o «géneros superiores a los que se reducen los demás géneros de lo que realmente existe». El ser se dice de muchas maneras, porque la realidad plural lo exige y así lo manifiesta. Otro guiño del Estagirita al materialismo, pues éste implica —al menos como lo entendemos desde el materialismo filosófico— pluralidad y codeterminación. Y Aristóteles sabía muy bien que el ser no es un género. No obstante la Idea de sustancia la construye Aristóteles sobre el modelo del ser inmóvil que permanece en los cambios y sub-yace a los accidentes.

(...) se añade que el motor inmóvil «es uno y eterno». Según Aristóteles, Dios es la fuente última del movimiento, de ahí que sea «motor primero e inmóvil». «Aristóteles estaría más cerca de Heráclito en ontología especial (el mundo de Aristóteles es el ser eternamente móvil), pero estaría más próximo a Parménides en la ontología general (el Acto puro es inmóvil)» (Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974, págs. 187-188).

No obstante, «el dualismo ontológico de Aristóteles (ser móvil o material/ser inmóvil, inmaterial) se desplegará en el trialismo de las tres sustancias, puesto que el ser móvil comprende tanto a las sustancias corruptibles como a las incorruptibles» (Gustavo Bueno, Materia, Pentalfa, Oviedo 1990, pág. 67).

La jerarquización ontológica de Aristóteles parte del Acto Puro en tanto Primer Motor Inmóvil separado de toda materialidad y ensimismado en su eterno pensar sin conocer el mundo y mucho menos sin crearlo, hasta concluir en la Materia Prima que es pura potencialidad y total falta de forma, y por ello no es trascendental a la omnitudo rerum al no atribuirse al Acto Puro (ni a los 47 o 55 motores inmóviles). Si la materia prima recibe la acción de todo lo demás, el Acto Puro actúa a todo lo demás. Espíritu y Materia son reales en Aristóteles. «Es a partir de Aristóteles cuando fragua el tratamiento de la idea de materia en cuanto tipo de realidad que habrá que entender como coexistente con el ser inmaterial, en términos absolutos» (Gustavo Bueno, Materia, Pentalfa, Oviedo 1990, pág. 66).

Al tratarse de un Dios que no conoce la Materia Prima, eso hace que no se trate del Dios omnisciente ni providente que conoce y salva o condena a las criaturas, y ni mucho menos es ese Dios que crea el mundo de la nada y que se encarna en un hombre con el fin de redimir a la humanidad de un supuesto pecado original; en definitiva se trata de un Dios impersonal al que no se le puede rezar y con el que no cabe ningún tipo de religación: la religión secundaria ha muerto, el Dios de los filósofos la ha matado. En el sistema de Aristóteles Dios es el pensamiento del pensamiento, y «esta reflexivización absoluta del pensamiento, a la vez que expresión del sustancialismo más extremado, es el camino de la misma negación del Dios-Mente de las religiones. En este sentido, el Dios de Aristóteles debe ser puesto en conexión con la materia ontológico general» (Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, pág. 317).

Entre el Acto Puro y la Materia Prima está el mundus adspectabilis, que para Aristóteles es finito. «Aristóteles defendió la finitud del mundo para su unidad, de las dificultades promovidas por Zenón de Elea. Un universo extenso infinito es un universo cuyas partes están tan distantes que no pueden tocarse. Diríamos que las dificultades que Zenón planteó en torno al infinito por división, han sido transportadas inmediatamente por Aristóteles al infinito por multiplicación» (Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, pág. 277).

Y con esto ya podemos diagnosticar, desde el materialismo filosófico, al sistema aristotélico como ejemplo canónico de que lo en El mito de la felicidad Gustavo Bueno llama espiritualismo asertivo descendente. Espiritualismo en el sentido de que se concede no sólo la posibilidad sino la necesaria existencia de un Acto Puro que está separado del mundo y de toda materialidad, y vive eternamente en su propio pensar al ser insondable y vuelto entero hacia sí mismo, sin crear el mundo ni conocerlo porque harto tiene con pensarse a sí mismo ya que es lo más digno y excelso de ser pensado y no va a rebajarse al mundo del movimiento, pues carece de contenidos homonímicos respecto al cosmos. De ahí que Bueno ponga al Acto Puro en correspondencia con la Materia ontológico-general. (Aristóteles en el Diccionario soviético de filosofía · Daniel López Rodríguez · 21 de abril de 2019)

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