Arnoldo Geulincx

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Arnoldo Geulincx (1624-1669) Filósofo belga. Enseñó en Lovaina y en Leiden. Cartesiano, desembocó en el ocasionalismo antes que Nicolás Malebranche. Sus obras están escritas en latín y en la biblioteca de Leiden se conservan manuscritos suyos inéditos.

«Geulincx parte de la necesidad de eliminar la objetivación de las representaciones o modos del pensamiento; estos modos no son producidos, según él, por los cuerpos que, al carecer de conciencia, carecen de la facultad de acción propia, por lo cual hay que suponer la existencia de un ser pensante exterior al sujeto que haga producir en éste, por medio de los cuerpos mismos, los modos mencionados. La acción del cuerpo sobre la conciencia, acción que de hecho se experimenta y que, sin embargo, resulta incomprensible en virtud de su irreductible dualismo, no puede ser, por consiguiente, una causa; es más bien una "ocasión" en la cual permite Dios la posibilidad de la influencia recíproca. Esta teoría de las causas ocasionales, desarrollada también por Malebranche, ha recibido el nombre de ocasionalismo. A base de ella, Geulincx erigió una ética que, por reconocer en Dios todo el poder, terminaba en una completa sumisión del hombre a la voluntad divina. Así, la reflexión filosófica de Geulincx se aplicaba sobre todo al campo lógico, ético y físico, y oscilaba entre una presentación ad mentem peripateticam y una presentación vera o sui fundamenta restituta. El punto de partida cartesiano, a través del cual la ciencia primera se convierte en scientia de meo ipso o autología, desencadenó en buena parte lo más característico de su pensamiento, que fue uno de los intentos realizados en la época para solucionar el conflicto dualista suscitado por Geulincx. Pero el "absolutismo" en que desembocó Geulincx, sobre todo en su ética, no le impidió edificar un sistema de virtudes, no sólo porque, a su entender, la ética es la ciencia de la virtud (Tractatum, I, iii), sino también porque, como señala literalmente, el "premio de la virtud es el fin de la obra" y no el fin de la operación que la virtud realiza». (José Ferrater Mora, Diccionario de filosofía)