Jorge Guillermo Federico Hegel

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Jorge Guillermo Federico Hegel

Jorge Guillermo Federico Hegel (1770-1831). Filósofo alemán nacido en Stuttgart. Estudió Filosofía y Teología en Tubinga, teniendo por compañeros a Federico Guillermo José Schelling y al poeta Federico Hölderlin. Se dedicó a la enseñanza privada varios años, y fue docente privado en Jena en 1791 y rector del Gimnasio de Nuremberg en 1809, pasando a la Universidad de Heidelberg en 1816 y a la de Berlín en 1818, en el cenit de su carrera.

La filosofía de Hegel se plantea como superación del escepticismo de Kant y el rebrote de la Metafísica como ciencia, que la Crítica de la Razón Pura había desautorizado. Su sistema es, en rigor, parte del racionalismo: «Todo lo racional es real, y todo lo real es racional». Desde ese punto de vista, la Ontología de Hegel parte de una realidad fundamental: la Idea, en tanto que razón infinita, se aliena en la Naturaleza y necesita realizarse como Espíritu en el hombre, como Espíritu Subjetivo (Alma), como Espíritu Objetivo (el Estado) y como Espíritu absoluto (Dios como culminación del hombre).

El sistema de Hegel está dividido en tres partes, Lógica, Filosofía de la Naturaleza y Filosofía del Espíritu, cada una de cuyas partes va desplegándose también en triadas, a su vez desplegadas en otras triadas de rango subordinado.

La triada primaria puede ponerse en cierta correspondencia con la división tradicional (estoica o epicúrea) de la filosofía en las tres partes consabidas: Lógica (Canónica), Física y Ética. Pero la correspondencia es superficial, porque aunque Hegel recibiese su influencia, lo cierto es que entendió las partes del sistema de un modo enteramente distinto. La única correspondencia, cuanto a la materia, se produce en la segunda parte de la enumeración, la Física. La Física estoica (o epicúrea) desempeña el papel de la Metafísica general; la Lógica (o Canónica) tiene un carácter instrumental, «metodológico»; y la Ética un carácter práctico «aplicado». De este modo, cabe reconocer actuando en la división ternaria estoica y epicúrea, el dualismo entre Naturaleza y el Hombre, puesto que tanto la Lógica (o la Canónica) como la Ética están referidas a la praxis humana.

Pero en el sistema de Hegel, aunque se mantiene el dualismo Naturaleza/Libertad, no se corresponde enteramente con el dualismo kantiano (Naturaleza/Hombre), sino con el dualismo Naturaleza/Espíritu propio del espiritualismo («la piedra es grave como el espíritu es libre»). La Naturaleza deja así de «envolver» al Hombre, al quedar subordinada al Espíritu: la Naturaleza es el preludio del Espíritu, o del Hombre como Espíritu. En el sistema de Hegel, en cambio, la Filosofía del Espíritu deja de ser una ética práctica y se ocupa precisamente del espíritu y de la historia (delimitando por cierto precisamente el campo que muy pronto sería cultivado por el materialismo histórico de Marx; véase Gustavo Bueno, «Sobre el significado de los Grundrisse en la interpretación del marxismo» y «Los Grundrisse de Marx y la Filosofía del Espíritu objetivo de Hegel», en Sistema, nº 2, mayo 1973, págs. 15-39, y nº 4, enero 1974, págs. 35-46).

Por su parte, la Lógica, en el sistema de Hegel, abandona también el carácter de organon práctico (al servicio del hombre) que mantenía en el «sistema estoico», y asume en el proyecto más o menos explícito de su autor, el papel que los editores de Aristóteles asignaron a la Metafísica, como «Filosofía primera», es decir, como Tratado del Ser, de la Nada, del Devenir, por tanto, según Hegel, de Dios. La Lógica de Hegel es la expresión de su Metafísica.

¿De qué trata, en realidad, la Ciencia de la Lógica de Hegel, en cuanto Metafísica? ¿a qué van referidas las Ideas que en aquella ciencia se encadenan?

¿Cuáles son las referencias de la Ciencia de la Lógica de Hegel? ¿Cuáles son las referencias del Ser, de la Esencia, del Concepto, de Dios… expuestas en esta ciencia?

En vano se intentará, a nuestro juicio, entender la Ciencia de la Lógica de Hegel como una ciencia autónoma, con referencias propias, en su calidad de primera parte del sistema. Desde esta perspectiva la Ciencia de la Lógica no es otra cosa sino un galimatías ininteligible, el galimatías con el que se encontró A. Schopenhauer, pero también J. Piaget o K. Popper. Pero ni Schopenhauer, ni Piaget, ni Popper, al no advertir cuáles podrían ser las referencias de esta Lógica, pudieron entender ni una sola palabra de la Ciencia de la Lógica de Hegel, a pesar de que les intrigase esa «logomaquia» que parecía ir derivando ideas muy «compactas» a partir de ideas tan abstractas como «Ser», «Esencia» o «Concepto».

Pero todo cambia si advertimos acaso que las referencias de la Ciencia de la Lógica de Hegel son los mismos contenidos que figuran en su Filosofía de la Naturaleza y en su Filosofía del Espíritu.

Y en eso haríamos consistir esa culminación de la inversión teológica que Hegel habría llevado a cabo.

Quedaría abierta esta cuestión: ¿qué es lo que la Lógica puede decir, si la Naturaleza y el Espíritu han «agotado» la realidad? (presuponemos que la Fenomenología del Espíritu se mantiene en la inmanencia del mundo, como sugiere la diagonal representada en la tabla).

Las respuestas que podrían darse a esta cuestión las encontramos acaso precisamente en la distinción entre el estado lisológico y el estado morfológico. La Ciencia de la Lógica de Hegel se ocuparía (como referencia) de aquello mismo de lo que se ocupan la Filosofía de la Naturaleza y la Filosofía del Espíritu (cuyas referencias fenoménicas son ya enteramente «normales»: sensibilidad… deseo… movimiento… organismo…). La Ciencia de la Lógica de Hegel se mantiene, según esto (frente a la orientación meta-física de Kant o de Schopenhauer), en la más estricta inmanencia mundana, la inmanencia del «mundo haciéndose»: el Ser o Dios no tiene como referencias entidades que pudieran encontrarse «más allá del mundo». Por ello Hegel puede decir que Dios no existe, que es la Nada, pero la Nada que, en el Devenir, se transforma en el Ser («todavía no existe Dios», dice Hegel, con acentos sabelianos).

Sin embargo, si a pesar de esta identidad de referencias, la Lógica de Hegel no se confunde con la Filosofía de la Naturaleza, con la Filosofía del Espíritu y con la Fenomenología del Espíritu, esto será debido a que la Ciencia de la Lógica reexpone, a escala lisológica, aquello mismo que la Filosofía de la Naturaleza, la Filosofía del Espíritu y la Fenomenología han expuesto a escala morfológica. Y esto no significa necesariamente que, desde el punto de vista de la composición del sistema hegeliano, la Filosofía de la Naturaleza y la Filosofía del Espíritu (y la Fenomenología), es decir, la parte morfológica de ese sistema, hayan debido estar acabadas anteriormente a la Ciencia de la Lógica, porque las fases que fueron alcanzándose desde la perspectiva lisológica también hubieron podido influir en las fases morfológicas, así como recíprocamente. No cabe hablar, según esto, de «inducción» (desde los «resultados» de la Filosofía de la Naturaleza y la Filosofía del Espíritu, y de la Fenomenología, hasta los resultados de la Lógica) ni tampoco de «deducción» recíproca. Habría que recurrir más bien a la dialéctica que media entre el despliegue morfológico de partes atributivas del sistema y el despliegue lisológico del todo (atributivo) que las envuelve: la Lógica como Metafísica. Gustavo Bueno, «En torno a la distinción “morfológico/lisológico”» (y 3), El Catoblepas, núm. 65

Fenomenología del Espíritu Ser: Espíritu Subjetivo. Antropología, Fenomenología, Psicología Esencia: Espíritu Objetivo Concepto: Espíritu Absoluto. Arte, Religión
Ser: Naturaleza Mecánica Conciencia, Sensibilidad, Percepción
Esencia: Naturaleza Física. Gravedad Autoconciencia, Derecho, Moralidad, Deseo
Concepto: Naturaleza Orgánica, animal. Vida Razón, Reino animal del Espíritu

Las obras más importantes de Hegel son: Fenomenología del Espíritu (1807), Ciencia de la Lógica (2 vols., 1812, 1816), Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817) y Fundamentos de la Filosofía del Derecho (1821). Hegel ha tenido gran influencia en la Filosofía Contemporánea, especialmente en Carlos Marx y sus epígonos.

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