Juan Jacobo Rousseau

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Juan Jacobo Rousseau

Juan Jacobo Rousseau (1712-1778). Filósofo francés nacido en Ginebra. Sus obras, tales como Discurso sobre las Ciencias y las Artes (1750) o El Contrato Social (1762), influyeron poderosamente en su época y en los siglos sucesivos. Su tesis fundamental es la concepción de la naturaleza humana como opuesta a la cultura objetiva. La cultura histórica ha ahogado la verdadera naturaleza humana, en tanto que fundamento de la auténtica moral, que hay que buscarla no en la razón, sino en el sentimiento. Rousseau cree en un estado primitivo del hombre en el que la cultura no lo había desnaturalizado, por lo que el ideal del hombre ha de ser una armonización de todos los sentimientos en una cultura. En política, ha de manifestarse en la voluntad general, como expresión de la voluntad de los individuos.

«Rousseau (1712-1778).

Doctrina política de Rousseau.

Con la publicación del ???Contrato social???, Rousseau produjo uno de los trabajos teórico-políticos más importantes de la época de la Ilustración. A través de su Contrato Social, hizo surgir una nueva forma de pensar la política. Rousseau busca un proyecto político en el que fueran compatibles la igualdad y la libertad. Esta nueva política está basada en el concepto de la volonté générale, voluntad general, y en el pueblo como soberano. La voluntad general es la soberanía popular o nacional. Expone que la única forma de gobierno legal será aquella de un estado republicano, donde todo el pueblo legisle y ello independientemente de la forma de gobierno, ya sea una monarquía o una aristocracia, no debe afectar la legitimidad del Estado. Rousseau le da gran importancia al tamaño del Estado, debido que una vez la población del estado crece, entonces la voluntad de cada individuo es menos representada en la voluntad general, de modo que mientras mayor sea el estado su gobierno debe ser más eficaz para evitar la desobediencia a esa voluntad general. En sus estudios políticos y sociales Rousseau desarrolló un esquema social en el cual el poder recae sobre el pueblo, argumentando que es posible vivir y sobrevivir como conjunto sin necesidad de un último líder que fuese la autoridad. Es una propuesta que se fundamenta en la libertad natural con la cual, Rousseau explica, ha nacido el hombre. El individuo sólo puede ser libre en el seno de la sociedad política. La idea de contrato aparece ya en autores anteriores tales como Hobbes y Locke. En el Contrato Social, Rousseau argumenta que el poder que rige a la sociedad es la voluntad general que mira por el bien común de todos los ciudadanos. Este poder sólo toma vigencia cuando cada uno de los miembros de una sociedad se une mediante asociación bajo la condición, según expone Rousseau, de que ???Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y cada miembro es considerado como parte indivisible del todo.??? El contrato social consiste en que cada uno, uniéndose a todos los demás, no obedezca sino a sí mismo y quede tan libre como antes. Este contrato social tiene un sentido propio. No se trata meramente de un contrato entre individuos, como era el caso de Hobbes, ni tampoco de un contrato bilateral en el que los individuos hacen cesión de sus poderes a un hombre o a un grupo de hombres. Para Rousseau el contrato se realiza con la comunidad, cuya voluntad general se convierte en el fundamento de todo el poder político. La sociedad civil aparece así como una comunidad de hombres libres e iguales que gozan de igualdad jurídica y política de acuerdo con la cual nadie ha de ser, en circunstancias normales, excluido de tal comunidad. .En fin, Rousseau plantea que la asociación asumida por los ciudadanos debe ser ???capaz de defender y proteger, con toda la fuerza común, la persona y los bienes de cada uno de los asociados, pero de modo tal que cada uno de éstos, en unión con todos, sólo obedezca a sí mismo, y quede tan libre como antes. ???La obra rousseauniana argumenta que esta asociación de los hombres no es algo natural. El hombre sale de su estado natural de libertad porque le surgen necesidades de supervivencia que le imponen la creación de algo artificial, ya que el hombre no es sociable por naturaleza y no nació para estar asociado con otros. Es voluntariamente por lo que se unen los unos a los otros y fundamentan este vínculo con el desarrollo de la moralidad y la racionalidad para satisfacer las necesidades que la naturaleza le ha impuesto. La moral y la razón se hacen evidentes en la sociedad al establecer un modelo normativo capaz de crear un orden social que evite la dominación de unos sobre otros y que involucre una representación participativa de todos los miembros de la sociedad. Mediante el Contrato Social, Rousseau le abre paso a la democracia. En la misma, todos los miembros reconocen la autoridad de la razón para unirse por una ley común en un mismo cuerpo político, ya que la ley que obedecen nace de ellos mismos. Esta sociedad recibe el nombre de república y cada ciudadano vive de acuerdo con todos los demás. En este estado social son necesarias las reglas de la conducta creadas mediante la razón y reflexión de la voluntad general que se encarga de desarrollar las leyes que regirán a los hombres en la vida civil. Un pueblo libre no obedecerá más que a las leyes que él mismo se ha dado y por ello conserva su libertad bajo esas leyes.

Según Rousseau, es el pueblo, mediante la ratificación de la voluntad general, el único calificado para establecer las leyes que condicionan la asociación civil. De acuerdo a la obra de Rousseau, todo gobierno legítimo es republicano, es decir, una república emplea un gobierno designado a tener como finalidad el interés público guiado por la voluntad general. Es por esta razón por lo que Rousseau no descarta la posibilidad de la monarquía así como de un gobierno democrático, ya que si los asociados a la voluntad general pueden convenir, bajo ciertas circunstancias, la instauración de un gobierno monárquico o aristocrático, entonces tal será el bien común. En su modelo político, Rousseau le atribuye la función de soberano al pueblo. A este término no le atribuye características que designan a una sola clase o nación, sino la representación de una comunidad, de los que desean formar un Estado y vivir bajo las mismas leyes que son la expresión de la voluntad general. El pueblo, como soberano, debe llevar a cabo una deliberación pública, que ponga a todos los ciudadanos asociados en un plano de igualdad, en la cual el cuerpo no puede decidir nada que atente contra los intereses legítimos de cada uno de los ciudadanos. Las leyes en la república de Rousseau están desarrolladas conforme al orden social, establecido por la naturaleza del pacto social y no por las convenciones humanas establecidas por un sólo individuo. Las leyes deben fundamentarse en las convenciones que traducen en reglas las exigencias de la racionalidad y moralidad humana, a la misma vez, que no deben atentar contra el ideal de la justicia que impone que todos los asociados se respeten los unos a los otros. Rousseau establece que las reglas de la asociación deben ser el resultado de la deliberación pública, ya que en ella se encuentra el origen de la soberanía. Las leyes nacidas de la deliberación no serán justas y la soberanía no será legítima si la deliberación no respeta el interés común y si los ciudadanos no aceptan las condiciones por las que las reglas son iguales para todos. Estas leyes no instituyen ninguna forma específica de gobierno, sino que fijan las reglas generales de la administración y definen la constitución, por la cual el pueblo ha de regirse, ya que son la máxima expresión de la voluntad general. El ideal político planteado por Rousseau en El Contrato Social se basa en la autonomía racional del individuo. Esta es la asociación que supone el reino de la ley común, en la cual cada uno de los asociados, al entregarse al pacto social, se obedece a sí mismo debido a que las leyes se fundamentan en la voluntad general, en la cual cada ciudadano es a la vez legislador, al deliberar públicamente en la creación de las reglas, y súbdito, al someterse libremente a la obediencia de las mismas. El ideal político de El Contrato Social puede realizarse bajo cualquier forma de gobierno. Rousseau argumenta que cualquier forma de gobierno es válida y legítima si se ejerce dentro de los parámetros regidos por la ley común. En su obra, Rousseau define una república como ???todo Estado regido por leyes, cualquiera que sea su forma de administración???. En el modelo político de Rousseau, el pueblo aparece en una doble dimensión, en la cual, es sujeto y objeto del poder soberano. Cada individuo es sujeto de la soberanía porque entrega todos sus derechos a la comunidad, pero, a la misma vez es objeto porque, al ser parte de un todo, se los entrega a sí mismo. Al establecerse este pacto, la soberanía reside en el pueblo y, como resultado, la misma es inalienable, indivisible, absoluta e infalible, ya que es contradictorio que el soberano como pueblo establezca algo contra sí mismo como súbdito. Lo que caracteriza el modelo político que Rousseau desarrolla en el Contrato Social es la voluntad general. La misma se diferencia de la voluntad de todos por su carácter universalista y su aspecto normativo. No es una voluntad cualitativa, sino que se forma por una cualificación moral, en la cual, se requiere que los hombres actúen de acuerdo a los intereses universalistas. Una vez que se forma esta voluntad, su mandato es inapelable, ya que lo que persigue es el interés colectivo que no es diferente del interés individual. Es por ello por lo que si algún asociado intentase resistir a la voluntad general, se verá obligado el individuo por parte del cuerpo social a obedecerla. Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo. El sistema que defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran concurrir a manifestar su voluntad para llegar a un acuerdo común, a un contrato social. En El contrato social diría que «toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley» y que «la soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser enajenada». Como la voluntad general no puede ser representada defendía un sistema de democracia directa que inspira, hasta cierto punto, la constitución federal suiza de 1848.

De la soberanía y de las leyes.

Rousseau considera que toda aquella persona que participe del contrato social forma parte del soberano. Por ende es un bien común el que se obtiene a través de este contrato social. Por esta razón no puede existir una distinción entre soberano e individuo y se debe legislar bajo la voluntad general. Este tipo de gobierno comienza una vez el pueblo ha madurado moral y políticamente para lograr comprender y establecer la voluntad general, y que esta sea libre de interferencias. Debido a esto la ley, siempre es general, porque considera a las acciones y a las masas, nunca a un individuo. Acerca de las leyes, Rousseau, hace una diferenciación entre la voluntad general y la voluntad común. Y estas leyes o contractos no pueden ser creadas por la voluntad común, debido que la voluntad común puede ser buena o mala, pero esta no necesariamente se dirige hacia la voluntad general, lo cual su fin es el bien común. Estas leyes son divididas entre las Fundamentales, Civiles y Criminales:

Leyes Fundamentales, o Leyes Políticas: establecen las relaciones entre el gobierno y el soberano.

Leyes Civiles: establecen la relación de miembro a miembro, o del miembro a las masas.

Leyes Criminales: establece la relación entre cada individuo con las leyes y las penalidades por desobedecerlas.» Felipe Giménez Pérez

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