Materialismo filosófico

De Enciclopedia Symploké, la enciclopedia libre.
Saltar a: navegación, buscar

Doctrina sistemática sobre la estructura de la realidad que se caracteriza en sus rasgos más generales (que aquí los tomaremos fundamentalmente desde un punto de vista ontológico) por:

  • 2º) Defender las sinexiones entre conciencia y Mundo (véase sinexión), de tal modo que el Mundo sería el contenido finito de la materia ontológico-general caracterizado por estar dado a escala del Ego (principio zootrópico); no hay conciencia sin mundo ni mundo sin conciencia. Esta transformación materialista del principio de apercepción trascendental kantiano se lleverá fundamentalmente a cabo a través de la idea de trascendentalidad positiva.
  • 3º) Frente a los distintos formalismos o reductivismos ontológicos, la defensa de que los contenidos del Mundo (esto es, las materialidades dadas a escala del Ego, sin olvidar que el Ego mismo está dado también a escala de estas materialidades) se dividen en tres géneros distributivos de materialidad sinectivamente conectados entre sí, de tal modo que es erróneo pensarlos al modo megárico o dar más peso ontológico a uno que a otro. Estos géneros, o dimensiones ontológicas sinectivamente conectadas entre sí en symploké los conoce el materialismo filosófico como M1, M2 y M3. Estos contenidos, al estar dados en función del Ego, son el ámbito ontológico donde la materia «se conoce a sí misma», aunque parcialmente, finitamente, no al modo hegeliano según el cual el Ser tomaría plena conciencia de sí dentro del Ser-para-sí, en el Espíritu absoluto.
  • 4º) Frente a los distintos tipos de monismo en general, y frente al monismo de la Ontoteología cristiana en particular, la defensa de un pluralismo ontológico. En la Ontoteología el Ser es un analogado de atribución cuyo primer analogado es Dios, que es por tanto Ipssum esse, y al ser Acto Puro (=Ser realísimo, sin ninguna potencialidad), es un Ser simplísimo (=sin partes), al estar ligada la idea de pluralidad a la materia, pero no a la forma pura). Para el materialismo filosófico, en cambio, el Ser (=la materia ontológico-general) es una pluralidad infinita de contenidos conectados en symploké. Tanto las Ideas de unidad como de identidad presuponen una multiplicidad originaria sobre las que ejercitarse. Ni que decir tiene que gracias al principio de symploké, estamos libres de ver a esta pluralidad originaria como una totalidad (las totalidades están en función de las operaciones del sujeto gnoseológico, son finitas, múltiples y recursivas) o como una multiplicidad regida por el Monismo de la armonía.


Las partes fundamentales del materialismo filosófico son: Filosofía general, que se divide en Ontología (general o especial que giran en torno a la Idea de Realidad) y en Gnoseología (general o especial que gira en torno a la Idea de Verdad); Filosofía especial (que gira fundamentalmente en torno al espacio antropológico y al espacio cosmológico). El materialismo filosófico comporta por tanto una Ontología, una Gnoseología, una Antropología filosófica, una Estética, una Filosofía política, &c., &c.


Bibliografía

  • Gustavo Bueno, Ensayos materialistas, Taurus, 1972
  • Gustavo Bueno, La metafísica presocrática
  • Gustavo Bueno, Materia, Pentalfa
  • Gustavo Bueno, Televisión, apariencia y verdad