Nación política

De Enciclopedia Symploké, la enciclopedia libre.
Saltar a: navegación, buscar

El concepto de Nación cobra sentido político, como nación canónica, por su vinculación con el Estado o sociedad política en cuyo seno se moldea, de tal manera que la nación aparece así (frente a los conceptos de nación en sentido biológico o etnológico) como sujeto titular de la soberanía, como sujeto directo de la vida política. La nación, por tanto presupone el Estado (y no al revés), un Estado en cuyo seno se produce un proceso de holización -descomposición atómica de una organización anatómica previa- que tiene como resultado su reorganización como Nación, al mantenerse la holización en los límites de la sociedad política de partida (dialelo).

El concepto de nación política cristaliza en la época moderna, con la descomposición del Estado del Antiguo Régimen, a través de procesos revolucionarios cuyo canon es la racionalización revolucionaria operada por la izquierda jacobina durante la Gran Revolución, que transformó el reino del Antiguo Régimen en una Nación republicana, siendo esta, tras cortarle la cabeza al Rey (al "soberano"), la depositaria y titular de la soberanía. Se podría precisar incluso la primera vez que el término de Nación es utilizado en este sentido político nuevo: el 20 de septiembre de 1792, cuando los soldados de Kellermann, en lugar de gritar «¡Viva el Rey!», gritaron en Valmy: «¡Viva la Nación!».

«En este libro el término nación se considera repartido en tres géneros de acepciones: I. Género de las acepciones biológicas, II. Género de las acepciones étnicas y III. Género de las acepciones políticas (tomando como criterio de la política al Estado o sociedad política). Dentro de estos géneros se distinguen a su vez siete especies (dos dentro del primer género, tres dentro del segundo y otros dos dentro del tercero). Las especies de la nación biológica se establecen por referencia o bien a organismos vivientes individuales (primera especie: la nación de una oveja) o bien a órganos o partes de aquellos individuos (segunda especie: la nación de los dientes, natio dentium). Se distinguen tres especies de nación étnica. La primera especie engloba las situaciones más primitivas del género, a saber, aquellos casos en los cuales las naciones son vistas desde el Estado como grupos étnicos que permanecen en los bordes de la sociedad política de referencia sin integrarse propiamente en ella (el término nación equivale al término «gente»: Arnobio escribe el libro Contra las naciones, título que San Jerónimo tradujo Contra las gentes). La segunda especie se refiere a aquellos grupos étnicos integrados o en proceso de integración en una sociedad política (en los mercados de la Edad Media los mercaderes se distribuían por naciones, algo similar ocurría en las Universidades, en las que los estudiantes también por naciones). La tercera especie del género de nación étnica es la nación histórica (se constata esta acepción ya a mediados del siglo XVI y en España, acepción superpuesta muchas veces a los límites de un reino, pero sin tener todavía un componente formalmente político: «¡Qué gozo, ya no hay Pirineos, no formamos más que una sola Nación!»). El tercer género, la nación política, equivale en su primera especie, nación política canónica, a la misma nación política en sentido estricto (la Nación política no procede de la Nación étnica, sino que presupone al Estado, y es una transformación del Estado del Antiguo Régimen en un nuevo tipo de Estado creado por la Revolución Francesa). La segunda especie de nación política (séptima especie del concepto general de Nación), se denomina nación fraccionaria: la que se constituye o pretende constituirse por escisión o secesión de una Nación política canónica previamente dada (aun cuando ideológicamente los «nacionalismos fraccionarios» o «separatistas», pretenden derivar su proyectada Nación de supuestas naciones étnicas o políticas anteriores, incluso prehistóricas).» El concepto de Nación en el glosario de El Mito de la Izquierda, de Gustavo Bueno.

Enlaces de interés