Anaxímenes

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Anaxímenes

Anaxímenes (en el idioma griego: Αναξιμένης) (585 adC - 524 adC) fue un filósofo griego.

Anaxímenes nació en Mileto, no se conoce a su madre pero se conoce a su padre, su padre es Eurístrato. Anaxímenes estudió junto con Tales de Mileto y Anaximandro en la Escuela de Mileto, según Teofrasto, Anaxímenes fue un discípulo y a la vez compañero de Anaximandro, aproximadamente Anaxímenes fue 22 años más joven que Anaximandro. Como Tales y Anaximandro en la escuela de Mileto, creían que todo tiene un principio en una materia prima, y que todo está conformado por ella. Es entonces que Anaxímenes creía en todo proviene del aire, así contradiciendo a su maestro, ya que creía que mas concreto sería pensar que todo proviene de el aire.

Anaxímenes pensaba de que el aire se formaba en otras sustancias mediante la rarefacción y la condensación. En la rarefacción el aire se convierte en fuego, y mediante la condensación el aire se convierte en el viento, nube, en tierra yen piedras y Anaxímenes sostiene que mediante este fenómeno físico el aire forma todo el resto de las cosas. Anaximandro creía que el frío y lo caliento no son causas, mas bien son consecuencias de la rarificación y la condensación.

A Anaxímenes se le atribuye un libro titulado: "Sobre la Naturaleza" en la que según Diógenes Laercio fue escrito "en dialecto jónico, y en un estilo sencillo y sin superfluidades".

Cosmología

Lamentablemente las noticias sobre Anaxímenes sobre la cosmología son escasas, pero a continuación describiremos las ideas rescatadas de Anaxímenes.

Anaxímenes pensaba de que la Tierra era plana y que la Tierra se formo por la condensación del aire. Anaxímenes no solamente creía que la Tierra era plana, sino que creía de que todos los planetas son planos y que se formaron por la Tierra. Anaxímenes pensaba de que todo astro es de fuego, esto quería decir de que era aire rarificado. A la vez pensaba de que los astros no giran debajo de la Tierra sino alrededor de ella.

Según Aecio, Anaxímenes tenía un pensamiento radical sobre la importancia del aire, ya que creía que el aire era dios y se puede comparar con el alma.

Anaxímenes sostenía su creencia sobre que el aire conforma todo el universo, ya que en las creencias del pueblo griego, y en la cosmovisión homérica, el alma es simplemente un soplo de aire (según la creencia griega, el alma es el principio de vida y movimiento), entonces se podría deducir de que Anaximandro sostenía la idea sobre el aire, porque creía de que el principio de vida y movimiento lo conforma el aire.

Anaxímenes en asuntos meteorológicos pensaba de que los terremotos sucedían en los tiempos de sequía y cuando había mucha humedad, ya que si hay sequía el subsuelo se quebraría, y si el aire está muy húmedo e suelo se deshace.

Además de esto, Anaxímenes pensaba: que el rayo, el relámpago y el trueno se forman cuando el viento corta una nube. La lluvia se forma cuando las nubes se condensan. El granizo se forma cuando la lluvia se solidifica. Y finalmente Anaxímenes pensaba de que la nieve se forma cuando al granizo se le agrega un poco de viento.

Anaxímenes tuvo algunos escritos, pero una frase que posiblemente es la más popular y la más polémica es la siguiente:

"Así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma manera el pneuma o aire envuelve al cosmos". Anaxímenes

Analizando esta frase tan polémica podemos deducir que cuando se dice "nos mantiene unidos" posiblemente quiera decir que el hombre y el mundo está unido, pero además dice: "de la misma manera el pneuma o aire envuelve al cosmos" entonces le agregaríamos que el hombre y el mundo está unido porque el hombre y el mundo está conformado por aire, como lo dice en el principio en la frase: "Así como nuestra alma, que es aire".

Esta idea hizo que la homología entre el hombre y la naturaleza sea muy estudiada en la primera medicina.

Anaxímenes pensaba también de que la luna brillaba a causa de los reflejos del Sol. En eso Anaxímenes se adelantó a los pensamientos modernos. Además Anaxímenes sostenía que los eclipses solares y lunares son consecuencias de que otros astros tapen a la Luna y/o el Sol.

Anécdotas y curiosidades

Las anécdotas recogidas sobre Anaxímenes son en su totalidad propuestas por Diógenes Laercio.

Sobre su vida

No todos en la Antigüedad creían que Anaxímenes hubiera nacido en Mileto, por ejemplo: Apolodoro creía que Anaxímenes había nacido en Olimpíada LXIII (546-545 a. C.) y que murió en la Olimpíada 63 (528-525 a. C.), cercano al tiempo en que Sardes fue tomada. Algunas personas piensan que Anaxímenes también fue discípulo de Parménides.

Aun más curiosamente en la ciudad de Lámpsaco hay dos homónimos de Anaxímenes, uno es orador y el otro es historiador, que a la vez era hijo de una hermana de "Anaxímenes el orador", que escribió los hechos de Alejandro. El filósofo Anaxímenes escribió 2 cartas:

Anaxímenes a Pitágoras (Primera Carta)

«Tales en su vejez partió con poca felicidad. Saliendo como solía al zaguán de su casa por la madrugada, acompañado de una criada, a fin de observar los astros, no acordándose del estado del terreno, mientras miraba los cielos atentamente, se precipitó en un hoyo. Este fin tuvo este astrólogo, según dicen los milesios. Nosotros, nuestros hijos y los concurrentes a la exedra para cultivar la literatura, tendremos siempre en memoria varón tan grande, y seguiremos su doctrina, no dudando halló el principio de las cosas.»

Anaxímenes a Pitágoras (Segunda carta)

Me pareció muy bien que partieses de Samos a Crotona para vivir tranquilo, pues los hijos de ??aco y otros obran muy mal, y a los milesios nunca les faltan tiranos. No menos nos es temible el rey de Persia, si no queremos ser sus tributarios; bien que parece que los jonios saldrán a campaña con los persas, por la libertad común. Si se efectúa la guerra, no me queda esperanza de salvarme. Porque ¿cómo podrá Anaxímenes estar en observación de los cielos, si está temiendo de un momento a otro la muerte o el cautiverio? Tú eres estimado de los crotoniatas y demás italianos, sin que te falten también aficionados en Sicilia.

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