Autocatálisis

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El concepto generalísimo de «autocatálisis» (es decir, la Idea de «autocatálisis») define al tipo de procesos (de sostenimiento o de expansión) propios de sistemas que son capaces de producir algunos de los elementos que son necesarios (a título de catalizadores) para su recurrencia continuada en el tiempo.

El concepto de autocatálisis se acuñó originariamente en el campo de la Química, e iba referido, en principio, a la cinética química de las reacciones, a la «velocidad de reacción» cuando esta velocidad aumentaba (o era frenada: «autocatálisis negativa») por alguna sustancia que no intervenía en la reacción (el catalizador). Además el catalizador podía no sólo modificar la velocidad de reacción, sino a veces producir el germen que haría posible su recurrencia, es decir, el proceso de catalizar la descomposición ulterior de las sustancias reaccionantes. Y cuando la reacción que necesita un catalizador produce ella misma ese catalizador, se llama «autocatálisis» (las ecuaciones que describen los procesos autocatalíticos no son ya lineales; por ejemplo, en la hidrólisis de un éster, como el acetato de metilo, el ácido acético producido puede catalizar la reacción). Son reacciones llamadas de segundo orden porque su velocidad depende de dos términos de concentración, y una clase especial de estas reacciones de segundo orden es precisamente la constituida por las reacciones de autocatálisis.

El concepto de autocatálisis se extiende muy pronto al campo de los organismos vivientes. Una población vegetal que se reproduce por semillas, a las que se les atribuye el papel de catalizadores de los procesos de reproducción (que requiere la nutrición de las plantas), se expande «autocatalíticamente» cuando cada planta, procedente de semillas, produce a su vez, tras asimilar los nutrientes necesarios, nuevas semillas.

El concepto de autocatálisis también ha sido aplicado a la «Sociobiología» por E. Wilson (las bandas homínidas, por ejemplo, en su crecimiento demográfico y organizativo, instauran procesos de autocatálisis en su marcha hacia la dominación de los animales que desempeñan el papel de catalizadores, como depósitos de alimentos, al incorporar a la banda, a más grupos humanos que hacen posible el incremento de las bandas originarias y su transformación en sociedades humanas).

En el materialismo filosófico la idea de autocatálisis se amplía también a los procesos económicos o políticos y sirve para definir el segundo género de instituciones dinámicas humanas, y principalmente para definir a las llamadas «empresas lucrativas».