Creatividad
Por Rafael Vázquez Suárez & Leoncio González Hevia
La creatividad presupone siempre un contexto, o ámbito o campo de la realidad, y un orden más o menos normativo de acción sobre esa realidad. Ese orden no excluye una cierta variación. Incluso puede ocurrir que haya diferentes ordenes de acción, numéricamente diferentes. Ese orden de acción tiene unas virtualidades características en el momento de operar en dicho campo de la realidad. Operar en dicho campo, según el citado orden, no es sino actualizar las virtualidades implícitas en dicho orden. Pues, bien la creatividad puede ser definida por oposición o contraposición a esta actualización de virtualidades.
En efecto, «creatividad» no es actualización de virtualidades, sino la potencialidad de determinar nuevas virtualidades. La creatividad es la actualidad de las potencialidades, y no de las virtualidades. Tomada así, la creatividad consiste en dar de sí una emergencia. Y la emergencia consiste en dar de sí una alteridad. Emerger significa en este contexto «e-mergere», «salir de»; tal es el sentido que le damos aquí.
La creatividad es un tipo de transformación operatoria que opera en un campo de la realidad donde hay una o varias metodologías normativas, cada una con sus virtualidades propias, de suerte que la creatividad no actualiza dichas virtualidades, sino que transforma esas metodologías en orden a crear una nueva metodología, con nuevas virtualidades.
Es dar de sí, en formas específicamente nuevas, desde una metodología, o metodologías previas, una nueva metodología, en función (intrínseca y determinante) de la transformación de las primeras. No se trata de un germen que florece, ni tampoco se trata de una actualización de virtualidades. Se trata de algo mucho más radical: se trata de una actualización de potencialidades. La creatividad no es actualización de virtualidades, sino actualización de potencialidades para producir nuevas virtualidades.
El contradistinto de la creatividad sería en este caso la repetición, o la transformación idéntica, consistente simplemente en actualizar las virtualidades encerradas en las metodologías preexistentes. Mientras la repetición produce lo mismo, el mismo esquema de acción, la creatividad produce un «alter», otro esquema de acción. Si se quiere, la creatividad no es mera replicación a partir de un «phylum» previo, sino que es más bien originar un nuevo «phylum», con nuevas virtualidades. La creatividad produce nuevas potencialidades, a diferencia de la mera repetición, o transformación idéntica, que produce solo la actualización de virtualidades, o la reproducción reiterada del mismo esquema.
Ahora bien, las formas nuevas que produce el creador no proceden por intuición, o inspiración, o segregación de su espíritu, o del espíritu del pueblo, o de la época, &c, sino que presuponen siempre formas precedentes, aplicadas a un material, y que pueden ser despiezadas, reconstruidas, comparadas, concatenadas, intercaladas, &c.
El poder de la creatividad sobre las diferentes esferas del presente en cualquier caso no procede de la creatividad en sí, sino que procede de la capacidad de dicha creatividad para incorporar corrientes y cursos que antes sólo estaban insinuados, sugeridos implícitamente en las formas previas y la capacidad para concatenar con los intereses del presente en que se inserta el campo donde opera dicha creatividad.