Diferencia entre revisiones de «San Anselmo»

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'''San Anselmo de Canterbury''' (1033-1109). Nació en Aosta y fue abad en la Abadía Notre-Dame de Bec (1078), ocupando la silla arzobispal de Canterbury desde 1093 hasta su fallecimiento. Embebido especialmente en las doctrinas de [[San Agustín]], San Anselmo se concentra en [[Dios]] como causa ejemplar del mundo. Su obras más famosas son el ''Monologium'' y el ''Proslogium'' (entre 1070 y 1078), en la que se incluye la famosa prueba de la [[existencia]] de Dios, donde se supone que, siendo Dios el ser ''id quo maius cogitari non potest'', es decir, siendo éste el [[ser]] más perfecto, es necesario que entre sus predicados se encuentre la existencia, pues de lo contrario ya no sería el más perfecto posible; de ahí que Dios sea el único ser cuya [[esencia]] implique su existencia. Si Dios existiese en nuestro pensamiento solamente, entonces podríamos concebir un ser que, con las mismas cualidades, existiese a la vez en el pensamiento y en la realidad; esto es, un ser más grande que el ser más grande que se pueda concebir, lo cual es contradictorio. Por lo tanto, ''id quo maius cogitari non potest'', Dios existe en la realidad y tan verdaderamente existe, que existe necesariamente.
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[[Imagen:Anselmo.jpg|thumb|200px|San Anselmo]]
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'''San Anselmo de Canterbury''' (1033-1109). Nació en Aosta y fue abad en la Abadía Notre-Dame de Bec (1078), ocupando la silla arzobispal de Canterbury desde 1093 hasta su fallecimiento. Embebido especialmente en las doctrinas de [[San Agustín]], San Anselmo se concentra en [[Dios]] como causa ejemplar del mundo. Sus obras más famosas son el ''Monologium'', o Soliloquio (1076) y el ''Proslogium'' o Alocución (1078); en el ''Proslogium'' se incluye la famosa prueba de la [[existencia]] de Dios (cap. 2-4), donde se supone que, siendo Dios el ser ''id quo maius cogitari non potest'', es decir, siendo éste el [[ser]] más perfecto, es necesario que entre sus predicados se encuentre la existencia, pues de lo contrario ya no sería el ser más perfecto posible; de ahí que Dios sea el único ser cuya [[esencia]] implique su existencia. Si Dios existiese en nuestro [[pensamiento]] solamente, entonces podríamos concebir un ser que, con las mismas cualidades, existiese a la vez en el pensamiento y en la [[realidad]]; esto es, podríamos concebir un ser más grande que el ser más grande que se pueda concebir, lo cual es contradictorio. Por lo tanto, ''id quo maius cogitari non potest'', Dios existe en la realidad y tan verdaderamente existe, que existe necesariamente. (Véanse también [[Imposible]] y [[Gaunilo]].)
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== Enlaces de interés ==
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* [[Mario Méndez Bejarano]], [http://www.filosofia.org/aut/mmb/hfe04.htm «Ojeada general sobre la Filosofía en la Edad Media»], en ''Historia de la filosofía en España hasta el siglo XX'' (1929), Proyecto Filosofía en español.
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* M. T. Iovchuk, T. I. Oizerman e I. Y. Schipanov, [http://www.filosofia.org/aut/004/hf104.htm «La filosofía de la época del feudalismo»], en ''Historia de la filosofía'', tomo I (1978), Proyecto Filosofía en español.
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* José Ramón San Miguel Hevia, [http://www.nodulo.org/ec/2007/n065p08.htm «Palabras»], ''El Catoblepas'', núm. 65 (2007), Nódulo Materialista.
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* [http://buscador.lechuza.org/resultados.php?texto=San%2BAnselmo+&xx=buscar San Anselmo] en Lechuza.
  
 
[[Category:Filósofos|Anselmo, San]]
 
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Última revisión de 15:51 6 jul 2022

San Anselmo

San Anselmo de Canterbury (1033-1109). Nació en Aosta y fue abad en la Abadía Notre-Dame de Bec (1078), ocupando la silla arzobispal de Canterbury desde 1093 hasta su fallecimiento. Embebido especialmente en las doctrinas de San Agustín, San Anselmo se concentra en Dios como causa ejemplar del mundo. Sus obras más famosas son el Monologium, o Soliloquio (1076) y el Proslogium o Alocución (1078); en el Proslogium se incluye la famosa prueba de la existencia de Dios (cap. 2-4), donde se supone que, siendo Dios el ser id quo maius cogitari non potest, es decir, siendo éste el ser más perfecto, es necesario que entre sus predicados se encuentre la existencia, pues de lo contrario ya no sería el ser más perfecto posible; de ahí que Dios sea el único ser cuya esencia implique su existencia. Si Dios existiese en nuestro pensamiento solamente, entonces podríamos concebir un ser que, con las mismas cualidades, existiese a la vez en el pensamiento y en la realidad; esto es, podríamos concebir un ser más grande que el ser más grande que se pueda concebir, lo cual es contradictorio. Por lo tanto, id quo maius cogitari non potest, Dios existe en la realidad y tan verdaderamente existe, que existe necesariamente. (Véanse también Imposible y Gaunilo.)

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