Sofística
En la Grecia clásica, los «sofistas» fueron maestros itinerantes que impartían educación mediante conferencias y recibían compensaciones económicas de sus oyentes. Originalmente, el término «sofista» se usaba como una distinción honorífica. Figuras como Protágoras y Gorgias gozaron de gran respeto como pensadores, pero otros posteriores, como Trasímaco e Hipias, junto con numerosos exponentes menores, transformaron la enseñanza en un medio para desarrollar habilidades prácticas orientadas a las ambiciones políticas. Así, relegaron la dialéctica a un segundo plano y priorizaron la retórica, el arte de la persuasión. Aparentemente, compartían un escepticismo fundamental respecto a la posibilidad de conocer la «verdad» de manera absoluta.
Platón y Aristóteles los criticaron por privilegiar la retórica sobre el conocimiento puro y por aceptar pagos por sus servicios. Sin embargo, en Historia de Grecia (1846), George Grote ofreció una de las primeras defensas de los sofistas, destacando su valía. Los estudios contemporáneos han revalorizado las aportaciones de Protágoras y Gorgias, subrayando su influencia en la teoría del conocimiento y en la ética. Hoy en día, se les considera frecuentemente como precursores del pragmatismo.
Enlaces de interés
- M. T. Iovchuk, T. I. Oizerman e I. Y. Schipanov, «La filosofía de la sociedad esclavista de Grecia y Roma», en Historia de la filosofía, tomo I (1978), Proyecto Filosofía en español.
- Joaquín Robles López, Educación para la ciudadanía: Protágoras y Gorgias El Catoblepas - número 36 - febrero 2005 - página 10
- Arte y sofística - Teatro Crítico Tomás García López - Ekaitz Ruiz de Vergara - Vicente Chuliá - Marcelino Suárez Ardura