Voluntarismo

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Término filosófico acuñado por Fernando Tönnies en 1883 para designar ciertas teorías metafísicas enfrentadas al positivismo.

El término voluntarismo se emplea generalmente para referirse a cualquier doctrina que propugne la superioridad de la voluntad sobre otros aspectos psíquicos de los seres humanos (como por ejemplo la inteligencia), aunque en determinadas concepciones voluntaristas la primacía de la voluntad rebasa los contextos puramente psicológicos.

Habitualmente se distinguen los siguientes tipos de voluntarismos:

  • El voluntarismo teológico, propugnado por Guillermo de Occam, según el cual la voluntad divina carece de límites, por lo que el mundo, en cuanto obra de la voluntad infinitamente libre de Dios, es esencialmente contingente.
  • El voluntarismo metafísico, entendido como aquella concepción ontológica que coloca la voluntad en el centro de la realidad misma, como es el caso de la filosofía de Nietzsche y de Schopenhauer.
  • El voluntarismo político, que va referido muchas veces, sobre todo desde la perspectiva del marxismo, a aquellas concepciones de la práctica política que destacan el papel de la voluntad de las masas para promover cambios revolucionarios (como pasa con el maoísmo), o bien designa despectivamente un subjetivismo de signo "izquierdista". En un sentido mucho más amplio, voluntarista es cualquier teoría o práctica política en las que la voluntad de los sujetos políticos se considere decisiva.
  • El voluntarismo psicológico, que sostiene que la voluntad o el deseo están por encima de otras facultades psíquicas (las intelectuales, por ejemplo) y que este hecho es fundamental para comprender la naturaleza del psiquismo humano (concepción de la mente de Guillermo Wundt).
  • El voluntarismo epistemológico, para el que el asentimiento de la mente o la libre decisión es fundamental en la adquisición del conocimiento verdadero (convencionalismo, decisionismo).

El materialismo filosófico rechaza el voluntarismo tanto en su dimensión ontológica como en su dimensión gnoseológica. Desde una perspectiva ontológica, el voluntarismo se basa en una hipóstasis metafísica de la voluntad mientras que, desde una perspectiva gnoseológica, el voluntarismo entra en contradicción con la teoría de la verdad como identidad sintética, ya que implica la neutralización de las intenciones y la voluntad del sujeto operatorio.